sábado, 19 de marzo de 2011

Miles de grullas

Tras el terrible terremoto y el posterior tsunami que ha arrasado el norte de Japón se han puesto en marcha numerosas iniciativas para apoyar a los ciudadanos del país nipón.

Una de estas es el "proyecto Las 1000 grullas" / Mil hojas para un deseo.


Es una iniciativa que ha puesto en marcha Makiko Sese, una joven japonesa que vive en Madrid desde hace un año.

Propone que cada persona haga una grulla de origami y que cada uno se haga una foto con su grulla y se la envíe a la dirección: las1000grullas@gmail.com.

Como ella misma explica:

En Japón solemos hacer 1.000 grullas para que se cumpla un deseo. Por eso necesito vuestra ayuda para animar a mi país y especialmente a la gente que está en las zonas más afectadas por la catastrofe. Una vez que tengamos las mil grullas, se las enviarémos a nuestros amigos del norte de Japón, que tanta ayuda y tanto ánimo van a necesitar.

Para ayudaros, he hecho un vídeo explicando cómo se hace:


Las 1000 grullas from Makiko Sese on Vimeo.

Y seguramente os preguntaréis, ¿y por qué 1000 grullas?

El origen de que una tradición japonesa se haya convertido en símbolo de paz es la historia de Sadako Sasaki, una niña japonesa que tenía dos años cuando lanzaron dos bombas atómicas sobre su ciudad, Hiroshima.

Cuando ésta tenía doce años descubrieron que tenía leucemia causada por las bombas atómicas.

Su amiga Chizuko le contó la leyenda de las mil grullas de papel: “la tradición japonesa dice que los dioses concederán un deseo a aquél que consiga doblar 1000 grullas de papel como recompensa por el esfuerzo y la concentración que hacen falta para lograrlo. Este trabajo se llama el Senbazuru”. Entonces, su amiga hizo una grulla de origami y se la dio a Sadako diciéndole: “aquí está tu primera grulla” deseándole que se cumpliera su deseo.

Sadako empezó a doblar grullas, una tras otra, intentando conseguir su deseo de curarse mágicamente pero, por desgracia, no lo logró. Murió en 1955 con 644 grullas revoloteando a su alrededor.

Conmovidos, sus amigos y compañeros de la escuela se propusieron terminar de plegar las mil grullas como un homenaje a su dedicación, y volverlas a plegar cada año para recordarla.

En 1958 se erigió una estatua de Sadako con una grulla que hoy está en el Parque de la Paz de Hiroshima. A sus piés hay una inscripción: “Éste es nuestro grito, ésta es nuestra plegaria: paz en el mundo”.

En una semana Makiko ya ha conseguido sus mil grullas pero el proyecto continúa. 




Desde aquí os proponemos que cada uno de nosotros construya una grulla y hagamos una foto colectiva con ella en la mano para enviársela a Makiko así que... ¡¡a practicar con el origami!!


 

3 comentarios:

  1. muy emocionante y curioso. mis alumnos han hecho una grulla para recordar los momentos triste que está viviendo Japón.

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  2. voy a intentar hacer una, a ver si me sale.
    encarna

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